"The litle walk of a dog"

Viajar no es escapar, es acercarse. Y los viajes no son los lugares que visitas; son lo que somos. Al viajar, te conoces.

miércoles, 27 de octubre de 2010

km 2550 Rodar tan rápido marea un poco

Creo que vamos demasiado rapido. Ya estamos en La Paz, la ciudad a mayor altura del mundo, mas de 4.000 metros, y se nota. El sol quema, la sequedad reseca y los hipopotamos embisten. Esto quiere decir que tengo los hombros quemados, los labios y la nariz resecos y el oxigeno casi no llega a mi ya de por si poco efectivo cerebro. Pero en parte ya tenia ganas de salir de Perú. Si llego a tener que escuchar durante una semana mas la mierda de musica que ponen en TODOS lados, creo que acabaría escupiendo sangre por las orejas. No es por prepotencia, pero es que la variedad brilla por su ausencia. 100% canciones de amor y desengaño con base merengue-cumbia-bachata-andina. Además ya me empezaba a molestar que todo el mundo te mienta con tal de conseguir de tu parte un par de monedas. Creo que la altura esta sacando mi parte negativa... :)
A pesar de estos detalles, guardo un recuerdo increìble de Perú. Bueno, despues de otro largo viaje en bus (tengo el culo mas plano que de costumbre) llegamos a Copacabana. Al principio esperaba brasileñas en tanga sirviendome caipirinhas en la playa. Pero no. Es una ciudad bonita al borde del Titicaca, el lago sagrado de los incas. Nada màs llegar, barco a la Isla del Sol, un sitio incrèíble para relajarse un poco y conocer una de las culturas más antiguas de sudamerica. Hace tan solo 15 años no había ni un turista por aquí, y la cultura y tradiciones se mantenían bien guardadas por lo inaccesible de la zona y la protección de Manco Pacac, primer inca surgido de la profundidad del lago. Hoy ya hay mas cabelleras doradas, y me parece que a los locales no les gusta mucho. Supone un cambio demasiado brusco en su forma de vida. Por eso puedo entender que el trato no sea lo más agradable de primeras. Ven al turista como una patata. Una simple forma de subsistencia. No pudimos recorrer la isla como nos gustaría, porque el pobre Fran, al no ser gallego, tiene las defensas más bajas y se puso enfermo. La última semana fue muy dura fisicamente, y la noche que llegamos nos quedamos a beber ron en la terraza con vistas al lago con una amiga española y otra alemana. Lo malo de la altura es que de día el sol pega duro, y de noche la temperatura baja a los 3 grados. Todo esto mezclado hizo que el estomago de Fran dijera basta, por lo que el pobre paso una noche muy jodida. Así que al día siguiente descanso, y por la tarde, camino a La Paz. Hoy vimos la ciudad rapidamente, y en un rato ya nos vamos al salar de uyuni. Así que no tengo tiempo ni para escribir como me gustaría, y me dejo un nontón de cosas por el camino. ARGH! esto resume un poco nuestro viaje,.. PIM-PAM! necesito parar un par de días, organizar las ideas y relajar antes de petar por algún lado. Pero hoy no es ese día. Como no me da tiempo a bajar fotos de estos días, pongo algunas de las de Fran anteriores para rellenar, pero no se lo digas a nadie...
Baño memorable en las cataratas de Bayoz-Perú

En Torre-Torre, Huancayo

María, nuestra guía por un día (suerte amiga!)

Con el resacón en Cuzco

domingo, 24 de octubre de 2010

km 1800 No es oro todo lo que reluce

Cuantas más expectativas creas alrededor de algo, más fácil es que te acabe decepcionando. Es un poco lo que me pasó a mí con el Machu-Pichu. Recuerdo que de pequeño tenía un libro donde aparecía, y siempre me prometía que algún día lo vería en persona. Tenía en mente un viaje increíble para llegar a la ciudad de una civilización perdida en medio de las montañas. Y más o menos es eso. Un sitio precioso. El problema es la cantidad de cabelleras doradas que lo abarrotan cada día...
Se puede llegar sin andar un solo metro. Coges un tren en Cuzco (pagando 150 euros), un bus en Aguas Calientes, y OPA! ya estás en la misma puerta de la ciudad perdida. Eso hace que cada día, miles de personas (y no exagero) inunden el lugar: grupos de jubilados alemanes, italianos e ingleses; excursiones de colegios, tours de todo tipo y hasta algún mochilero frustrado. La ciudad más cercana, Aguas Calientes, es un auténtico Port Aventura al estilo inca, con lujosos hoteles, calles preparadas para la invasión guiri y establecimientos de todo tipo con la única intención de sablear hasta el último dolar a los aventureros de piel rosada.
Nosotros decidimos hacer el viaje barato hasta allí. Esto implica dar un rodeo bastante grande, parando en diferentes pueblecillos de la zona negociando con taxistas locales para que no te timen demasiado, hasta llegar a una central hidroeléctrica, que es donde termina la pista más cercana al Machu. Comenzamos un poco mal, para variar. En el primer bus, tuvimos que parar tres horas porque la carretera estaba en obras. Y después, pasar por el susodicho tramo en obras. Que miedito. Si las carreteras de los andes ya acojonan un poco de por sí, las que están en obras no son aptas para cardíacos. Me acordé bastante de mi abuela, que en paz descanse, que lo pasaba fatal siempre que ibamos en coche a mi aldea, y se enganchaba a la puerta de tal manera que luego llegaba contracturada. Pues yo igual.
Este contratiempo hizo que llegaramos de noche a la hidroeléctrica, por lo que tuvimos que caminar dos horas desde allí a Aguas Calientes, linterna en mano siguiendo las vías del tren por la jungla andina. Al principio pensé que era un poco locura, pero el camino es precioso y no hay peligro ninguno. Nos acostamos en el peor hostal del pueblo (que aun así es caro comparado con el resto de Perú) a las 12:30, y a las 5:00 en pie para caminar hasta Machu-Pichu, ya que el bus es bastante caro también. Llegamos sobre las 7:00, pensando que estaríamos solos en la ciudad perdida. JA! Más de 50 personas hacían ya cola, además de que en la puerta hay un hotel y un bar. Manda huevos.
Si consigues olvidarte de toda la gente que te rodea, puedes llegar a disfrutar un rato. Los incas adoraban a la madre tierra, la Pachamama, y tenían un concepto de la vida y la muerte muy naturalista. Vivían en consonancia con lo que les rodeaba. Y eso se nota también en las construcciones. Me imagino por un momento como debía ser la ciudad en su esplendor. Y del terror que causaron unos invasores que arrasaban con todo lo que encontraban a su paso, destruyendo la cultura inca, y haciendo que los machupichuenses (?) escaparan horrorizados hacia el interior de los andes, dejando abandonada su ciudad más importante. Gracias a dios los españoles no llegaron a encontrarla, porque sino hubieran levantado encima iglesias católicas con las mismas piedras, como hicieron en el resto de ciudades arrasadas. Cada vez me dan más ganas de tirar mi DNI por lo que pone encima. Qué verguenza.
En un par de horas diremos adios a Perú, dirigiéndonos a la ciudad boliviana de Copacabana, a las orillas del lago Titicaca, donde visitaremos las islas del Sol y de la Luna. Allá vamos Tiki-Taka!!
Machupichuando

jueves, 21 de octubre de 2010

Km 1350 Choquequirao 0 - Mochileros 3 . Victoria!!

Creo que lo unico que no me duele son los dedos, asi que puedo escribir. Nos dijeron que Choquequirao es como el Machu-Pichu pero sin turistas. Y ahora entiendo porqué va tan poca gente. El camino es una pesadilla: 66 kilometros de puras cuestas, piedras, subidas, más piedras y más subidas. La poca gente que se atreve lo prepara con mucha antelación, entrena, lleva guía y, sobre todo, lo hace en 4 ó 5 días. Nosotros lo preparamos la tarde antes, no contratamos guía y lo hicimos en tres días. Y seguimos vivos. Jódete Choquequirao!!
La salida ya nos avisó de lo que nos encontraríamos. Después de un par de horas de bus, una caravana enorme en medio de la montaña. "Derrumbe amigos, hay que esperar a que limpien el paso", nos dice todo feliz el conductor. Viendo la magnitud del derrumbe, nos dimos cuenta de que tardarían mucho en limpiarlo, así que decidimos cruzar al otro lado a pie y buscar allí a alguien que nos llevara. Yo iba de último, y cuando estabamos llegando al otro lado, toda la gente que se agolpaba allí empezó a gritar como loca. Se me pusieron los huevaldres de corbata, pensé que había otro corrimiento de tierra y que me iba a pillar en medio. Pero sólo era Fran, que se había hundido en el barro.La gente se escojonó. Después de que se limpiara, seguimos el camino.


Cruzando el derrumbe
Llegamos a Cachora, el pueblo más cercano a las ruínas, y allí conseguimos alquilar un caballo por un precio bastante módico para que nos llevara las mochilas. Nadie quería dejarnos ir sin guía: "los gringos no saben de caballos amigo". Al final encontramos al señor Pedro, que nos enseñó lo básico, y así es como partimos Magnus "sueco loco", Fran, Lucero "caballo débil" y yo. Las primeras horas eran todo felicidad, nos sentíamos como Indiana Jones en busca del arca perdida. Tranquilo majete, que todo se pasa. El camino, lo dicho: subidas, bajadas, subidas y más subidas por caminos de cabras atravesando el cañón más profundo del mundo. Conseguimos llegar al primer campamento justo al anochecer. Estaba al borde del río sagrado de los incas, el Apurimac, y desde allí podíamos ver ya las ruínas, en lo alto de la siguiente montaña. Montamos la tienda, nos bebimos una botella de ron alrededor de una hoguera, y nos quedamos dormidos placidamente sin saber lo que nos esperaba al día siguiente.


Viajero ante un mar de niebla
 Lucero no estaba en condiciones de seguir, sangraba por el lomo y parecía no poder ni respirar. Don Pedro nos la dió con queso. Así que cojimos lo básico y dejamos la tienda y al caballo en el campamento, con la intención de ir hasta las ruínas y volver en el mismo día. Cuando se lo comenté al dueño me miró con una cara que reflejaba incredulidad, pena y risa al mismo tiempo. Le pregunté si se podía hacer en un día, y me dijo: "Hombre, poder se puede...". Exacto, poder se puede, si tienes los gemelos de Roberto Carlos y los pulmones de Indurain. O si eres tan cabezón como nosotros.

Fran con la energía, Lucero y yo

Desde el río a la cima hay casi 2000 metros de desnivel. Las 6 horas más duras de mi vida, sin un sólo tramo de terreno llano para cojer aire. Y el loco de Magnus, que había salido un par de días antes del hospital por una pulmonía, fumando cada parada y bebiendo ron. La poca gente que pasaba flipaba con nosotros. Conseguimos llegar, a duras penas, pero llegamos. Ya solo quedaban 2 horas más bordeando la cima. Nos sentamos a respirar al lado de un campamento, y uno de los guías nos trajo una sopa que debía estar hecha con costilla de Dios, porque sabía a gloria. Creo que le dimos entre pena y orgullo. Nos contó que esta ruta es de Nivel 5, de un máximo de 6, y que la ruta inca del Machu Pichu es un 2. Ahí acabamos de darnos cuenta de donde nos habíamos metido. Pero ya no había vuelta atrás.
Llegamos a las ruínas. Sin palabras. Gritamos y nos tiramos con una sonrisa de victoria y felicidad. Construir una ciudad en un sitio así, entre las nubes, sin carreteras, ni vehiculos ni herramientas me parece simplemente sobrehumano. Para mi, solo llegar hasta allí es todo un reto. Paseamos solos entre las ruinas, salió el arco iris, vi un condor, se divisaba el río al fondo del cañón,... ni un anuncio de coca-cola irradia tanta felicidad como nosotros en ese momento. El problema es que aun teníamos que hacer 16 kilometros de vuelta, y la noche acechaba. Me hubiera quedado días allí, pero no teníamos saco ni nada, y la temperatura baja hasta los 2 grados. Casi mejor volver.

Victoria!!
Por momentos pensamos en pedir asilo en el campamento de la cima, pero al final decidimos echarle huevos y bajar. Por la mitad se nos hizo de noche, así que seguimos linterna en mano hasta el río. Durísimo.Llegamos echos mierda a la tienda. El dueño me miró con una sonrisa y me dice: "No pensé que lo consiguieran amigos, enhorabuena!". Gracias meu. 16 horas andando, ampollas en los pies, dormir en el suelo, y en plena noche...sorpresa! tu tienda alquilada es una mierda y entra agua!! argh...La vuelta fue muy jodida, porque estabamos con las piernas adormecidas del día anterior, las vistas ya las conocíamos y no nos quedaba casi comida. Pero ya solo eran 21 kilómetros...
Ahora que estoy aquí sentado, lo pienso y me río. Me alegro de haberlo hecho. Me reconforta superar un reto así y vivir una aventura que no olvidaré. El guía nos contó que en 10 años Choquequirao desbancará al Machu-Pichu en fama. Llegará el tren, la carretera y habrá hoteles por el camino. Pero como él mismo nos dijo, podremos contar a nuestros hijos que nosotros llegamos hasta allí cuando no había más que un tortuoso sendero al que solo algunos locos se enfrentaban. Cuando nos alejabamos en el cutre-taxi, veía por la ventanilla el nevado que nos observó todo el camino, y me dió la sensación de que un Inca me saludaba desde lo alto y me decía: "Enhorabuena forasteros, superasteis con tesón la prueba de Choquequirao". Quizás deba dejar de mascar coca...

domingo, 17 de octubre de 2010

Km 1.275 - Ojalá existiera Dios para poder agradecerselo

Vaya, no se por donde empezar. Supongo que por donde lo dejé. Resulta que en Huancayo pagamos dos noches de hostal, pero después decidimos que era mejor pasar la segunda noche en el bus hacia el siguiente pueblo, Ayacucho, para ganar un día y ahorrar una noche de hostal. Le preguntamos al dueño, y despues de llorarle un poco nos devolvió el dinero. Cojimos las cosas y nos fuimos. Pues bien, resulta que si no nos quisiera devolver el dinero y nos quedaramos allí, quizás ahora no estaría escribiendo esto. El bus de la mañana siguiente que hacía el mismo recorrido ( no sabemos si el de la misma compañía),cayó por un precipicio de 200 metros y murireron unas 20 personas. No se sabe el numero exacto porque muchos están desaparecidos, ya que acabó en un río. Sin palabras. Cuando me enteré me pasaron mil cosas por la cabeza. La verdad es que para no creer en Dios (y cagarme todos los día en él), se ve que me cuida bastante.
Por esta razón el viaje a Cuzco se me hizo especialmente duro. Ibamos en la parte de arriba, justo encima del conductor, en los asientos "panorámicos", donde te puedes recostar y tienes una ventana frontal para ver todo. Ibamos comodos. Pero me cagué mil veces en el momento que los cojimos. Tardamos 22 horas en recorrer unos 300 kilómetros por la zona más pobre de Perú, y atravesando los Andes. Un camino  de tierra lleno de baches, curvas y camioneros suicidas, la mayoría del tiempo con un precipicio a un lado. Y aún por encima el que estaba alado de Fran diciendo : "En esta curva cayó uno hace unos años", o "Aquí solían parar el bus los de Sendero Luminoso y mataban a los que desconfiaban pudieran ser policías", y también "A veces los rateros ponen piedras por aquí para parar el bus y robar a todos". Gracias por la información señor. Incluso tuvimos que parar un buen rato en plena noche, porque había habido un desprendimiento, y tuvieron que bajar pico en mano para abrir camino.Normalmente me hubiera acojonado un poco, pero con la noticia fresca en mi memoria las primeras horas se me hicieron un poco agónicas. Después me resigné, me tapé los ojos con el pucho, puse música, y a confiar en la flor de mi culo.
Por eso al llegar a Cuzco las alegrías fueron una tras otra. Salimos por la noche con bastante gente del hostel, y fue un desahogo increíble después del largo camino y de cruzar la zona seguramente más complicada de todo el viaje. Los turistas van hasta cuzo por la costa, en lo que llaman la "Gringo Road". Nosotros fuímos por la ruta alternativa, la de los mochileros de verdad :) , y por donde no ven casi guiris. A pesar de ser duro, fue increíble, ya que la gente es especialmente amable en estas zonas olvidadas. De esto nos dimos cuenta hoy, que recorrimos (con el resacón) la ciudad, y la gente es mucho más borde. Normal, con tanto turista junto, cada cual anda más espabilado para sacarles unos dolares. Es el campamento base para ir al Machu Pichu, por eso está repleto de gringos. Me gustaba más lo otro, más auténtico. Por eso hicimos un cambio de planes de ultimísima hora.
En mi odiado bus, el simpático señor, además de acojonarnos y conversar con Fran durante horas de la realidad de sudamerica y las posibilidades de cambio, nos habló de unas ruínas que nos aseguró son tan bonitas o más que el Machu-Pichu, en el cañón más profundo del mundo. Y lo mejor, sin guiris, ya que todavía las están excavando, además de tener complicados accesos y pocas infraestructuras, por lo que no están casi en las rutas turísticas más conocidas. Se lo comentamos a un sueco que lleva años viajando, y después de ver unas fotos en internet no dudó un momento: "Vamos a prepararlo y nos vamos". Así es como hoy alquilamos una tienda de campaña, nos informamos un poco de como llegar, compramos comida, Y PISTA!  Así que ya os contaré a la vuelta, en principio el jueves, de si es tan bonito o no como el Machu-Pichu, al que esperamos ir el viernes. Ala, me voy a dormir que nos espera un largo camino.


Mal rollo



El sol pega duro en los Andes
Carretereando

Un simpático camionero nos llevó a Wari

jueves, 14 de octubre de 2010

Km 975 - Agroturismo andino

No me acostumbro a estos ciber para hamsters...aunque comparandolo con los sitios en que estuvimos estos días parece una nave espacial. Seguimos nuestra ruta andina, con paso firme, pero avanzando lentamente por las polvorientas carreteras de la nacion Wanka (no, no son los seres pequeñitos que ayudaban a Charlie en su fabrica de chocolate, aunque se parecen). El martes conocimos Huancayo, una ciudad grande y con una impresion poco amigable de primeras. El centro no tiene demasiado, así que nos fuimos a unas torres de arcilla que hay a las afueras, como no, andando. Y como jode a 3300 metros!! menos mal que por fin conseguí una de mis metas; le compre a una señora una bolsa entera de hojas de coca por 50 centimos, Y PARRIBA! PIM-PAM! es un poco amarga, pero nos da la vida, cada vez que estamos cansados mascamos un poco, y a seguir.
Al llegar conocimos otro de esos personajes de los que no me olvidare nunca. María, una niña de 11 años que vive con su familia en una casilla (por decir algo) cerca de las torres. Le preguntamos como se llegaba, y nos acompañó hasta allí. Por el camino nos contó historias de incas, y sobre todo, de su vida. Me pareció increíble la entereza con la que afronta  su situación, muy pobre, trabajando con su madre vendiendo fruta, yendo a por leña con su abuela, cuidando a sus hermanos... pero sin dejar de estudiar. "Es duro, pero de mayor voy a ser ingeniera o policía".Lo  dijo con tanta seguridad que no dudé de que lo lograría. Aunque la verdad, lo va a tener difícil. Nos guió por las construcciones de arcilla, contándonos las formas e historias locales sobre lo que representan. Volvimos, le dimos unos soles y la dejamos en casa. Volviendo al centro ni Fran ni yo abrimos la boca por primera vez durante mucho rato, pensando en la situación de María, lo duro que lo va a tener, y la de tonterías que nos sobran y por las que nos preocupamos nosotros.
Después de compartir cama en un hostel (por ahorrar, todavía no surgió el amor) nos fuímos a unos pueblecillos de los alrededores, a un mercado, y a un lago y unas ruinas incas que hay en una zona donde solo llegan las cabras y algún guiri perdido. Empezó a llover, y nos refugiamos en un "bar", donde conversamos con gente de allí un buen rato. La gente de esta zona no tiene mucho, pero es feliz. Me impactó una señora que nos preguntó de donde eramos. Yo le dije que de España (si, aunque me duela lo digo) y me dice: "Aaahh! y ese pueblo es cerca de aquí?". Ahí queda eso.
Vuelta a la ciudad, y bus nocturno a la siguiente parada, Ayacucho. Ahora mismo estoy echo asco, pero es normal despues de haber dormido en un bus que parecía el saltamosntes de las ferias, pegando botes sin parar. Hoy de visita por la ciudad, que es mas bonita que la anterior, y donde conocimos un poco de la historia de la represión del ejército peruano para combatir a Sendero Luminoso (la ETA local, así a lo bruto para entendernos) en el Museo de la Memoria. Historias reales de hace solo unos años que ponen los pelos de punta. Y nada, a recuperar fuerzas que mañana será duro: visita a los pueblos de alrededor (nos encanta el agroturismo andino!) y después....tatattatattatta.... 22 horazas de bus a Cuzco, ya muy cerquita del Machu Pichu. Se van a hacer muuuuuuy largas...

Nuestra nueva compañera de viaje (es natural, tipico, legal y no dañina, que conste!)

Refugio andino

Al norte de Chupaca

Maldita codicia...

Buen sitio para comer

lunes, 11 de octubre de 2010

Km. 450 - Dejando atras el salvaje oeste

Estoy en un pequeño pueblo de los andes, en un cutre-ciber, en una minúscula cabina en la que al teclear me doy con las paredes. Aqui en Perú todo es pequeño. Ayer abandonamos Lima, tras un par de días de visita. Mas que suficiente para conocer la ciudad, ya que no hay demasiado que ver, aunque sí es agradable para perderse y sentir su caótico ritmo de vida. Nos alojamos en un hostel increible, una antigua casa colonial recien restaurada, grande, todo de diseño, desayuno, consigna, internés y demás comodidades del siglo XXI por unos 3 euros. Creo que se dedicaban a blanquear dinero... Estaba además en la zona más pija de la ciudad. Por la noche andabamos por allí, y en vez de tener miedo como nos imaginabamos en un principio, creo que la gente tenía miedo de nosotros. En el hostel compartimos habitación con dos irlandeses y un surcoreano, Sion, que nos acompañó los dos días y acabó siendo todo un descubrimiento. Lleva seis meses de viaje, por norte y centro america, y despues se va a Europa, Israel, Rusia, China y de vuelta. Envidia cochina. Y de la mala. Nos amenizó los paseos por las playas limeñas con sus canciones que parecían de dibujos animados. Y por la noche, de fiesta con tres peruanos y seis brasileñas de la habitación de enfrente... :) mucha cerveza, reguetón y buen rollo.
Al día siguiente conocimos la realidad de Lima. Fuimos a la zona vieja, y al salir de la ruta más turística, que es bastante segura y limpia, la cosa cambia. Calles sucias, pobreza, y más de una persona avisandonos de que salieramos de allí si no queriamos salir desnudos. Aceptamos el consejo. Pero esta no era la zona pobre. Al salir en bus de la ciudad se me cayó el alma a los pies. Lima es la segunda ciudad más grande del mundo ubicada en un desierto. Y la gran mayoría de los más de ocho millones de habitantes sobreviven en kilométricas barriadas de las afueras, la mayoría sin electricidad ni luz, y con la tierra como única acera. La verdad es que me impactó. Sobre todo después de haber visitado los sitios típicos y los barrios altos, donde disfrutan de las comodidades y misma forma de vida que en cualquier urbe europea. La ciudad es como un ejemplo a escala reducida de la injusticia que hay en el mundo. Pero bueno yo no soy quien para quejarme...
Dejando atrás Lima nos dirigimos en bus a Tarma, "la perla de los andes". 6 horas de bus para recorrer unos 300 km y ascender desde el nivel del mar a más de 3.000 metros. Al subir escaleras mis podridos pulmones notan la falta de oxígeno. y aún no encontré hojas de coca!! llegamos de noche, y como habíamos dormido en el bus, nos fuimos a jugar al billar (que mas bien parecia un minigolf con los desniveles que tenía el tapete) y a la única discoteca de la ciudad. Tarma tiene 50.000 habs., y la diferencia es abismal con Lima. Aquí son casi todos campesinos indígenas. Así que imaginaros el panorama en la disco. Fran que le quita dos cabezas al más alto, y yo que todo el mundo me habla de primeras en inglés porque creen que soy gringo. Llamamos la atención. Algunos nos invitaron a cervezas, otros nos preguntaban de donde eramos, otros balbuceaban algo raro (la borrachera no les permitía más), y luego llegó la señora trolete. Un especímen de un metro y noventa kilos, que me enganchó y me empezó a zarandear en lo que creo era algún tipo de baile de cortejo. Me entró más miedo que en la peor calle de Lima. Y Fran descojonándose. Preferí escabullirme antes de que me aplastara o viniera su marido con una escopeta a por mi por ligarme a su mujer.
Y hoy nos pegamos una buena kilometrada hasta unas cataratas en la selva (bajamos otra vez a 600 metros de altura) en las que nos pegamos un bañazo increíble, y también fuímos a una comunidad indígena que nos vistió con sus trajes típicos que, por cierto, nos quedaban muy bien...
Y a seguir rodando!!! mañana, a adentrarse (más) en los Andes.


Fran y Sion, el surcoreano cantarín, en los acantilados de Miraflores, Lima

Fran con el traje típico de una tribu de los Andes... (hohoho)

Tanto tiempo juntos no puede ser bueno... en el parque de los enamorados, Lima

miércoles, 6 de octubre de 2010

km -10.500 El primer paso


Me siento como si de repente abriera los ojos y estuviera haciendo el examen de selectividad... en gallumbos. Por un lado, nervioso. Pero sabiendo que en muy poco tiempo seré libre cual cabra montesa. En unas cuantas horas (muuuuuchas horas en realidad) aterrizaré en la capital de Perú, la única ciudad que suena bien si antes dices vodka. Sí, LIMA! allí nos espera...mmm... muchos kilometros por delante hasta llegar a Buenos Aires, dos meses despues. El resto del viaje dejaremos que lo organice ese gran ser que dirige el mundo con imperiosa imparcialidad e inexcrutable funcionamiento: el libre albedrío.
La idea de este viaje surgió una noche con unas cañas en el piso de Bilbo, como era costumbre, y poco a poco, casi sin querer, fue cogiendo forma.Ahora solo queda acabar la mochila y dormir un poco. Los preparativos, casi los mismos que cuando te vas de excursion un fin de semana, exceptuando las vacunas de diversas enfermedades que, en el fondo, creo que ni existen.Una lectura rapida a la guía lonely planet, una buena jartada de comer lentejas y cocido para coger fuerzas, un repaso a la mochila y PISTA!  Y este blog, que espero me sirva para recordar algunas de las anécdotas que se nos crucen por el camino, ya que mi cerebro se empeña en olvidar todo aquello que no sirva para hablar o actuar con un mínimo de coherencia.
En un parde horas: Vigo-Oporto/Oporto-Madrid. Aeropuerto, y encontrar a mi compañero de odisea: Francisco "Che" Ortiz, un chileno-vasco-apatrida con el que conviví en Bilbao, y que no cree en Papá Noel, ni en las fronteras ni en el capital, pero si en la fuerza de las ideas. Estoy seguro que no me voy a aburrir. Después ya solo quedara el final del principio: Madrid-Lima. Y a empezar a rodar...

De izqu-dcha: Sebas, al que visitaremos en chile; Fer, Fran, compañero de aventura; Jan, y yo, en Santutxu 19