"The litle walk of a dog"

Viajar no es escapar, es acercarse. Y los viajes no son los lugares que visitas; son lo que somos. Al viajar, te conoces.

jueves, 28 de julio de 2011

Con checos y a lo loco

Que diferente es viajar solo a hacerlo acompanhado. No sabria decir si mejor o peor. Es diferente. EL caso es que me hizo mucha ilusion encontrarme con Milan. A partir de ahora, el viaje entraba en una nueva dimension, y como podreis observar, muy intenso, porque no tuve tiempo para actualizar desde hace bastante. Intentare ser breve.
Nos quedaba una semana hasta la llegada de Jan, y tras mucho pensar, decidimos ir a Sapa, en las montanhas al Norte. Nos costo bastante encontrar la estacion de tren correcta, y cuando lo hicimos quedaba poco para que saliera. En los trenes de Vietnam hay 4 categorias diferentes: cama, litera, asiento blando y asiento duro. Como era tarde, solo quedaba "Hard seat", mucho mas barato, asi que no lo dudamos. Un consejo: si viajais por tren en Vietnam, JAMAS lo hagais en "Hard Seat". Estoy acostumbrado a viajar en condiciones dificiles, pero esto fue demasiado. 10 horas en un banco de madera con cientos de personas hacinadas en un sucio y destartalado vagon, son demasiadas horas. Despues, un paseo en un comodo autobus, y llegamos a Sapa, el unico pueblo turistico del norte, que sirve como base para recorrer las increibles montanhas que lo rodean.
El primer dia alquilamos unas motos y nos dedicamos a perdernos un poco. El paisaje es realmente acojonante. Yo estaba bastante rebentado despues del ajetreado mes que llevaba, la noche en tren y el dia de motocross, asi que no dude en pagar un hotel (el mas cutre, pero un poco caro aun asi). Milan estaba con fuerzas, asi que se fue a dormir, a un cementerio. A veces me hacen pensar que soy un pijo estos checos... :)


Por la manhana nos encontramos, y nos fuimos con unas simpaticas senhoras Hmong (una de las muchas tribus de las montanhas de alrededor) a conocer su aldea. Unas 8 horas de caminata atravesando valles, subiendo colinas y bordeando terrazas de arroz y campos de marihuana,
que la usan para tejer toda su ropa, como despues nos ensenho. Me aseguro que no la fumaban, pero yo creo que por eso estan tan contentas y sonriendo todo el dia... son como un amigo mio que se llama Borjita, no sabes porque pero te caen bien, son pequenhitos y dan ganas de achucharles :)



Venia con nosotros un frances loco (hay muchos franceses locos por aqui)y muy simpatico. En un momento de la subida, se tiro al suelo a reir a carcajadas. Le pregunte porque y me dijo: "Mira, somos la companhia del anillo camino de la comarca, los hobbits delante y nosotros siguiendolos...". Me dio un ataque a mi tambien, porque realmente era asi.

Su pueblo no podia ser mas autentico. Todo el mundo nos invitaba a entrar en sus humildes casas y nos ofrecia te y a fumar en cachimba. Los ninhos nos miraban con cara muy rara, y a las cabras les daba igual. Comimos con todas las mujeres de la familia, ya que los hombres estaban trabajando en las terrazas de arroz. Nos pusieron un licor de arroz un poco duro, y al final nos bajamos un litro y medio. Asi acabamos riendo por todo y contandonos unos a otros costumbres y cosas varias de nuestros paises. Por la noche cenamos con los hombres tambien y fue bastante mas aburrido, porque ellos no hablan ingles, y delante de ellos las mujeres ya no eran tan alegres... Lo de desayunar, comer y cenar, la verdad es que solo se diferencia en el nombre y las horas, porque por el resto es siempre arroz, fideos y legumbres.
Me dio un poco de pena irme, porque en esta aldea se estaba realmente bien. Son muy acogedores y simpaticos los Hmong. Antes de irme, me hicieron probarme su ropa para sacarme una foto con ellos. Espero algun dia poder llevarsela como recuerdo.

Volvimos a Hanoi (esta vez en autobus)a encontrarnos con Jan. Ya eramos tres. Tras festejar el momento con unas cuantas birras a las 8 de la manhana, decidimos nuestra ruta: viajar lo mas rapido posible hacia el sur para tener tiempo en Camboya. Una gran decision como comprobamos mas tarde, aunque nos quedamos sin ver el sitio mas turistico de todo el sureste asiatico, la Bahia de Halong. En las fotos parece increible, pero mucha gente me conto que la masificacion hace que no lo sea tanto.
La primera parada fue en Nin Binh. Alquilamos unas motos (la forma mas buena, bonita y barata de moverse por aqui)y fuimos a una pagoda en la cima de una montanha, a unas cuevas por donde pasa un rio y que recorrimos en barca, y a un pueblo flotante. La verdad es que me cuesta mucho escribir todo esto, porque las palabras no pueden expresar ni una milesima parte de lo que se siente recorriendo estos lugares, y ademas siento que me repito un poco...

Esa misma noche, autobus nocturno a la sigiente parada. El que nos vendio los billetes nos dijo: "autobus directo,con camas, sin problemas, en 8 horas estareis en Dalat". Al final fueron 22 horas, cambiando a otro autobus de mierda en otra ciudad. Empezamos a darnos cuenta de como se las gastan en Vietnam del Sur.

Teniamos ganas de playa (yo por lo menos), asi que nos fuimos a la isla de Chaam. El barquero nos cobro 10 veces mas que al resto de la gente, por ser blancos. Al llegar, un chico muy majo (de los unicos que me encontre por aqui) que era pescador, nos llevo en su barca por un par de dolares. Buceamos en un sitio impresionante. Nunca habia visto arrecifes de tantos y tan llamativos colores, peces de mil y una forma (medusas tambien), estrellas, erizos y mil y una mandangas de mar mas. Despues estuvimos pescando, o al menos lo intentamos. Queriamos ganarnos la cena, pero solo pescamos 3 minipeces que acabamos soltando.
Por la tarde nos dedicamos a recorrer la isla, que a mi me recordaba mucho a la de Lost. Despues de unas cuantas horas subiendo colinas, llegamos a unas casetas, y unos jovenzuelos se acercaron gritando cosas de muy mal modo y pidiendonos en idioma internacional que nos fueramos de alli. Resulta que eran del ejercito (aunque no llevaban uniforme), asi que decidimos hacerles caso, muy a nuestro pesar, y volver por donde habiamos venido. Mas tarde me entere que esa isla estuvo cerrada a civiles hasta hace unos cuantos anhos, y ahora solo se puede acceder a las playas del lado Este. Aun no hicieron publico a que se dedican alli. Vaya...

Finalmente decidimos dormir en la playa, disfruntando del mar, las estrellas, y una botella de licor checo que se trajo Jan. Acabamos banhandonos (como no), y descubri algo que todavia no entiendo y que me dejo impactado. Resulta que al moverte bajo el agua por la noche en esta parte del mundo, se producen estelas brillantes, como si estuvieras flotando con mil luciernagas alrededor. Juro que no estaba tan borracho. Milan, que es fisico atomico (ahi es nada), me explico que se debe a la composicion del agua, y que al ejercer fuerza se produce una disociacion de iones que genera energia que se transforma en luz. Flipalo. El caso es que estuve chapoteando un buen rato.
Al volver a tierra, el puto barquero despues de cobrarnos 10 veces mas que al resto, otra vez, nos queria hacer bajar en otro pueblo, a 10 km. A punto estuve de darle un cabezazo. No podia mas con esta gente. Al final, cojimos unas gafas de bucear y tubos que tenia por el barco, y nos fuimos con ellos puestos como pago por las molestias. Al vernos, vino corriendo y nos devolvio la mitad del billete para pagar el taxi hasta nuestro pueblo... llamarme racista, pero odio un poco a los survietnamitas. Supongo que habra sido mi experiencia personal, pero los cierto es que la mayoria te ven como a un fajo de dolares con piernas. En el siguiente bus, a pesar de preguntar 10 veces, nos volvieron a enganhar. Solo queria salir de alli, y asi lo hicimos. Directos a Phnom Penh, la capital de Camboya.
Al poco de llegar, ya nos dimos cuenta de que la diferencia es brutal. La gente intenta buscarse la vida tambien, pero con respeto y amabilidad. Al poco de llegar, un conductor de tuk-tuk nos ofrecio llevarnos a un combate de bokeo, gratis. Para el que no este muy puesto en las artes ostiables, el bokeo es como el kickboxing camboyano. Estaba lleno de gente gritando y dando botes, y no se veia casi nada desde donde estabamos. Pero resulta que el combate era muy importante y lo retransmitia la tele nacional, asi que al rato vino a junto nuestra uno de la organizacion y nos ofrecio sentarnos en la zona vip, delante del todo, donde casi te salpica la sangre. Debe ser que le da un toque glamuroso poner 3 pieles blancas en primer plano.
No me gusta la violencia, pero debo reconocer que por dentro senti una extranha y primitiva sensacion placentera viendo a dos tios dandose finamente, mientras suena de fondo una arcaica y absorbente melodia de flautas y cientos de personas se dejaban la garganta animando a su apostante. Intenso. Despues bajamos la adrenalina con unas cuantas jarras de cerveza, que es muy barata por aqui, el suenho de todo checo. Acabamos dando tumbos por la ciudad buscando el hotel despues de recorrer unos cuantos pubs. Un gran dia de bienvenida.
Y por fin, lo que llevaba varios dias ilusionandome como a un ninho con movil nuevo: nos entregaron nuestras flamantes naves y comenzamos el recorrido motorizado por el pais. Unos 1000 km por delante en 7 dias, con la unica meta de llegar a los templos de Angkor y volver enteros. La verdad es que disponer de vehiculo propio cambia la forma de viajar completamente. Puedes perderte por sitios autenticos, fuera de los decorados preparados en las rutas turisticas. Y por 4 dolares diarios. Lo unico que me echaba un poco para atras era tener un accidente, porque Camboya, a pesar de contar con gente maravillosa, sigue estando entre los paises mas pobres del mundo, y la sanidad es bastante rudimentaria. Asi que podrian pasar muuuuchas horas hasta llegar al unico hospital "moderno" del pais. Gracias a Budha, los unicos percances fueron un par de libelulas que quisiseron inmolarse contra mi cara; un tatuaje en la pierna con el tubo de escape, y unos cuantos rascazos en la mano-pierna-brazo asl salir disparado mientras mi moto se quedaba atorada en un socabon en el que podria vivir una familia entera de Hmongs. Un senhor de una casa cercana me hizo los primeros auxilios, echandome alcol (espero) directamente a las heridas.

Sin duda fue una de mis mejores experiencias. Tan solo dormimos una vez en un hotelillo. Por ejemplo, la primera noche nos cayo encima perdidos en un pueblo donde los ninhos nos seguian corriendo y gritando helloooous, y los mayores nos miraban con cara de asombro. Un chico nos empezo a hablar en ingles; resulta que era monje en el templo budhista del pueblo. Le comentamos si podiamos quedarnos alli a dormir, y tras llevarnos a ver al Gran Monje, estabamos rodeados de chicos vestidos de naranja y la cabeza rapada mirandonos como si viniermos de otro planeta. Los wat son la unica oportunidad que tienen los pobres de acceder a la educacion y optar a una vida mejor. La verdad es que si no me dieran asco todas las religiones, creo que seria budhista.
Invitamos a cenar a 3 de los monjes, y despues nos llevaron a un karaoke. Si, estuve cantando en un karaoke camboyano con 3 monjes. Una situacion bastante extravagante. Igual que despertarse al amanecer con sonidos de rezos en un templo. Indescriptible. No lo cambiaria por el mejor hotel de pais.
Los siguientes dias continuamos nuestro particular Easy Rider asiatico hasta Angkor, parando donde nos salia, y conociendo la vida real de la gente. Camboya es el perfecto ejemplo de la dualidad humana. Puedes conocer lugares sublimes como Angkor, gente amable y sonriente, y a la vez sentir las atrocidades vividas aqui hace menos de 20 anhos, cuando una de las peores limpiezas etnicas de la historia acabo con el 25% de la poblacion total del pais en tan solo 3 anhos. Tambien se percibe en la cara de la gente. Muchos, sobre todo los mayores, transmiten una gran alegria con su sonrisa y a la vez una profunda pena con la mirada. Camboya es a la vez atroz y esperanzadora, oscura y cegadora. Descubriendola a veces entran ganas de llorar, unas veces de tristeza y otras de felicidad. Es de esos pocos sitios a los que se que volvere.
Entre otras cosas quiero volver para ver Angkor en condiciones. Antes del viaje era el unico sitio que tenia claro que queria ver, el resto me daba un poco igual. La suerte, que generalmente me favorece, esta vez me toco bastante la huevada. Nada mas llegar, un policia nos dijo que los extranjeros no podian conducir motos en todo Siem Reap. Vaya, esta era la idea del viaje, recorrer Angkor a nuestro ritmo... Esa noche nos fuimos a cenar por ahi y a decidir como lo ibamos a hacer. No se cuantos meses tendria la carne que nos dieron, el caso es que me pase toda la noche vomitando, con escalofrios y sin poder pegar ojo, asi que al dia siguiente parecia un yonki vagando entre las ruinas de Angkor en busca de una papela. El sitio es increible, y, aunque me cueste reconocerlo, hace que la Catedral de Santiago parezca una chabola a su lado. Pero no estaba en condiciones, asi que tras unas 4 horas me volvi al hostel. La gente se echa 3 dias de media para verlo, ya que es una gran ciudad de unos 60 km de perimetro, con cientos de templos y construcciones diferentes por dentro.
Asi que tengo una deuda pendiente en Angkor...

miércoles, 6 de julio de 2011

Same same, but different...

Esta es una de las frases mas escuchadas en Thailandia, y sirve un poco para todo. Por ejemplo, si le preguntas a un vendedor de gafas si las Ray Ban que te ofrece son autenticas, te dira: "Yes sir; same same, but different...". Lo mismo con las famosas lady-boy de Bangkok. Same same, but very different...
El caso es que tambien sirve para comparar Laos con Thailandia. Parecido, pero no es lo mismo. No es lo mismo porque es un pais mucho mas "desarrollado", y nada mas cruzar la frontera te das cuenta. Hay senhales en la carretera (que esta asfaltada), no hay puestos callejeros de venta de carne de perro o rata, y la gente parece mas estresada por todo...


Ayutthaya, Thailandia


La primera noche la pasamos en Muang Khuay, un bonito pueblo. Alli nos econtramos por la noche a un personaje bastante peculiar. Un frances que acababa de ser deportado de Lao por estar alli 18 meses sin Visado. El muy tarao perdio el pasaporte, y en vez de ir a su embajada, se quedo tan tranquilo. Lao Style. El caso es que cuando la policia le pidio la documentacion 18 meses despues por una pequenha liada nocturna, el no pudo ensenharle mas que el carnet de la biblioteca de su pueblo. La multa ascendia a la friolera de 22.000 dolares aprox. Finalmente, y despues de varias noches en los calabozos (que deben ser muuuuuy poco acogedores), les dio todo el dinero que le quedaba (unos 2000 dolares) y le dieron una patada en el culo hacia Thailandia, donde debe sobrevivir con unos 3 dolares 15 dias, hasta que le ingresen el paro del mes que viene... y el tio todo tranquilo. "No, si tengo un plan. Me voy a ir a un templo budhista a ver si me acojen...". Me encanta encontrarme personajes asi por el camino.


Seguimos hacia el sur, parando en varios pueblos. Nakhon Ratchasima es una sucia capital de provincia que huele peor que Pontevedra, y donde tuvimos que hacer noche por problemas tecnicos. Fue una odisea encontrar un hotelillo barato y decente, porque llegamos de noche y los pocos que encotramos eran puti-hoteles. Phimai si es un lugar increible. Fue la capital de reino de Siam en 1400 y pico, y el centro del pueblo son unas ruinas tipicas thailandesas. Precioso. Pero el recuerdo que guardo no es bueno. Ya por la noche, en un ciber, me dispongo a pagarle al chino y veo que no tengo mi rinhonera con las tarjetas, pasaporte y demas mandangas. Entre las cervezas que llevaba encima, el no haber cenado, y esto, casi me desmayo. Sali corriendo hacia todos los sitios donde habia estado antes (mientras el chino gritaba algo desde la puerta del ciber). Pero nada. Ya estaba pensando en como llegar hasta la embajada con el poco dinero que me podia dejar Quentin. Pero en el ultimo momento, ya sin esperanzas, paso por el hostel y alli estaba encima de la cama mi preciosa rinhonera. Fuuuuuuuuuuuu... Ya no me la quito ni para cagar. Que por cierto, y aunque no venga al caso, estuve varios dias con el Mekong entero saliendo de mis entranhas. Hoy (ya en Hanoi) estuve hablando un buen rato con un mexicano que trabaja en una ONG en Lao con unos medicos cubanos (parece un chiste), y me dijo que lo primero que le advirtieron era que no comiera en ningun puesto callejero. El problema no es que comas perro o rata, que si esta cocinado no pasa nada. El problema es que cortan todo en crudo con el mismo cuchillo, pasando bacterias de un lado a otro; tienen la carne al aire varios dias, y demas cosas poco saludables para un estomago occidental mimado por los L Casei Inmunitas del Capitan Danone. Asi me puse. Lo de comer perro es otra historia. Cuando le pregunte a la senhora del puesto que era aquello que estaba ingiriendo, y me senhalo un perro, me entro una arcada importante. Pero la contuve, y como dice el refran, "donde fueres haz lo que vieres". Asi que segui comiendo, y realmente no sabe mal una vez superas la barrera psicologica. En el fondo, es como un pollo o un cerdo. Aunque no podia sacarme de la cabeza a mi pobre Lolo...

Phimai

Y siguiendo por Thailandia, ya mas sano que una lechuga, seguimos visitando templos y ruinas por otras ciudades. Muy bonito todo, pero estoy un poco hasta el horto de ver piedras y budhas. Asi que nos fuimos directos al meollo: Bangkok.
La ciudad es una locura. Es como si metes Tokyo, Santiago de Chile y Estambul en una Bati-cao. A mi me da la sensacion de ser una de estas ciudades de un futuro perverso, tipo Blade Runner, con las autopistas por encima de tu cabeza, el verde thailandes mezclado con el humo de millones de coches y edificios futuristas luchando por abrirse hueco entre humildes construcciones de ladrillo y uralita.
Nos hospedamos por 3 euros en una bonita carcel cerca de la calle mas turistica de la ciudad: Khaosan Road. Me habian hablado muy bien de esta calle, "es lo mejor de Bangkok y tal". Pues vaya, para gustos colores. Si te gusta Benidorm, disfrutaras aqui. Pero si viajas 10.000 km para ver cosas diferentes y autenticas, como que no. Eso si, es un buen sitio para empezar la noche.
Visitar la ciudad con poco presupuesto es dificil, ya que andando podrias echarte 2 semanas, y en taxi gastarte el presupuesto de esas dos semanas. Asi que tire otra vez de refranero popular: "el que roba a un ladron tiene 100 anhos de perdon". Nos alertaron de que habia una especie de mafia de conductores de Tuk-Tuk que te paseaban todo el dia por la ciudad, y despues te llevaban a una especie de feria de oportunidades de piedras preciosas y joyeria "Ultimo dia, buenas ofertas, compra compra!". Logicamente era todo mas falso que las lady-boys. Bueno, tu nos paseas, y despues no compramos nada. Facil.
A Quentin le quedaban dos dias, asi que se empenho en gastar lo que le quedaba en cubatas. Bueno, si llegue hasta aqui no te voy a dejar solo ahora... la noche en Bangkok es de locos. Lo ultimo que recuerdo es estar en una tarima de una discoteca animando a la gente a bailar la macarena...
Quentin volvio un poco desganado a la France, y yo decidi que los 4 dias que me quedaban para coger el vuelo de vuelta a Vietnam no los queria pasar en Bangkok, asi que me fui a Phetchaburi, otra bonita ciudad...con ruinas y templos. En uno de ellos habia un montonazo de perros. Paseando por alli, uno me empezo a olisquear. Decidio que no le gustaba, y empezo a grunhir en senhal de protesta. En un momento tenia a unos 20 perros a mi alrededor con cara de perro (nunca mejor dicho). Es la primera vez que me asusta un canido, y mucho. Pense que como me pegara un bocado cada uno, en 10 segundos no quedaba una parte entera de mi. Vino un monje de estos orange-fashion y me los aparto. Eso si, despues me pidio amablemente que me fuera de su puto templo-perruno. "Ahora mismo meu!". Tambien estuve en otro templo, como no, pero esta vez dentro de una gran cueva. Este si que me gusto, al menos hacia fresco. En los alrededores
habia un monton de monos, con los que me entretuve un buen rato...


Tampoco me apetecia ver mas templos, asi que me fui a Cha'am, a la playica! es bastante turistico tambien, pero ya me daba igual, me pase los dos ultimos dias tirado en la playa, recuperando fuerzas y disfrutando de las paradisiacas playas thailandesas. Extranhamente, el dia que me iba me desperte a las cinco de la manhana, y no podia dormir de nuevo, asi que me fui a ver amanecer a la playa. Me encontre a un chaval muy majo, con el que despues de hablar un buen rato me ofrecio llevarme a bucear en su moto de agua a cambio de pagarle la gasolina y el desayuno. Alli nos fuimos en su rustica moto. Era de plastico, con un motor de barca atado detras, y enganchado a un manillar de bicicleta delante. Me llevo a un sitio increible, una especie de arrecife de coral con cientos de peces de colores y fondos preciosos... Despues de un par de horas de buceo, me volvi a Bangkok con una sonrisa enorme. Era mi dia de suerte, ya que encontre un hotel de lujo (comparado a la carcel en la que habia estado) casi al mismo precio, porque estaban pintando y reformando y olia a pintura, a lo que yo soy inmune. Me levanto de madrugada y me voy a coger el minibus que habia reservado el dia anterior para ir al aeropuerto. Pero el conductor debio salir por la noche y se olvido de mi. Consegui que me devolvieran el dinero despues de una dura negociacion (por no decir discusion) y sali corriendo a buscar un taxi. Me quedaba hora y media para salir el vuelo!! ARGH!! me monte en un Mitsubishi Impreza, y le dije al conductor que le daba propina si llegaba en media hora. BUUUUU!!! que acojone sorteando tuk-tuks a 150 km/h por una autopista a 10 metros de altura por encima de las calles de Bangkok... si, llegue a tiempo (aunque un poco mareado).
Y vuelta a Hanoi, su calor y sus motos, donde estoy esperando a que llegue esta noche Milan. Empieza la segunda etapa del viaje, que espero sea al menos tan memorable como la primera...